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lunes, 15 de junio de 2015

Sol de Medianoche en Finlandia

Vistas del Sol de Medianoche desde Ravintola Maxine (cuatro de la mañana y máxima oscuridad del día)

El pasado verano, con la vuelta a España en el pensamiento, quise aprovechar y exprimir todo el tiempo que me quedaba como "ciudadana" en Finlandia. La noche eterna siempre fue para mi una curiosidad infinita y el sol de medianoche no lo fue menos. Vivir en el día sin fin es una de las más grandes experiencias que el ser humano puede vivir. Imaginaos 24 horas de sol sin tregua. Es otro de los fenómenos que hacen de Finlandia el paraíso de las maravillas naturales.


Cuando se iba acercando mi primer Día de San Juan allí, día en que no hay noche en Finlandia, solamente pensaba en cómo llevaría ver la luz del sol todo el tiempo, después de haber vivido en la oscuridad sin fin. Yo, que veía  un rayo de sol por el agujerito de la persiana, y no podía dormir; yo, que cuando me despertaba y era de día, mi cerebro no era capaz de volver a dormir aún teniendo un sueño y un cansancio de los grandes; yo, que como llegara de fiesta de día, me era imposible coger el sueño.

Pues, descubrí que el cuerpo se acostumbra a todo después de pasar un período de tiempo de adaptación no demasiado grande. Bueno, no demasiado grande para mi. Quizá a otras personas les cueste más aclimatarse a todo, pero, como dicen mis amigos, yo soy un camaleón. Y, la verdad, que en quince días no me ponía ni el antifaz ya. Mi cerebro asimiló que el sol estaba ahí siempre tan rápido como digirió que era de noche todo el tiempo en invierno, aunque entre nosotros a esto te acostumbras antes. El sol, la luz, etc, te dan una energía que la oscuridad te quita.

Eso sí, aunque sabes que salgas a la hora que salgas o mires a la hora que mires por la ventana, el sol siempre va a estar ahí, nunca dejas de sorprenderte cuando a las dos de la mañana ya es de día, como en España a las 12 de la mañana; que a las cinco de la mañana es como las dos de la tarde de aquí o que las doce de la noche son como las ocho o las nueve de la noche aquí.

Es increíble estar de fiesta de noche  y ver la luz del día, que el sol y la luna estén juntos, que el pelo se te aclare infinito porque le da la luz todo el tiempo, ver cómo crecen las plantas de rápido por el mismo motivo, podría estar enumerando rarezas de este tipo hasta mañana. Lo que más recuerdo es el sonido de las gaviotas sobrevolando mi casa sin callar nunca ¡una locura!

Una de las últimas noches en que salí por Helsinki antes de volver a Madrid, grabé este vídeo desde el metro en el que podéis ver el sol de medianoche en estado puro. Eran casi las doce de la  noche, ya os podéis hacer una idea. Sólo recordaros, a los que estéis por ahí, que no os perdáis la Noche de San Juan, ya queda bien poquito y, además de los festejos que se viven muchísimo allí, el día sin noche se os grabará en la memoria.


1 comentario:

  1. Lo de dormir de día no es un problema cuando se te hace normal salir de fiesta y que acabe a las 8 de la mañana xDD
    Lo fuerte de verdad es en Laponia, allí es más extremo que en el sur. Eso sí que debe de ser bonito de ver :P
    Saludos!

    PD: Esta mañana he escuchado en la radio que hablaban del ramadán, y que en San Petersburgo habían establecido un horario de noche, porque sino no había manera de comer!! Imagino que en Finlandia se habrá hecho algo por el estilo, sino pobres los musulmanes...

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