Päivää kaikille! Finland live! se pone en marcha un día más para hablaros de Linnanmäki, uno de los parques de atracciones más conocidos en Finlandia y parque recreativo de Helsinki. Ya estuve el año pasado en él, pero esta vez descubrí cosas que habían pasado desapercibidas para mi. Así, conseguí una visión distinta, nueva, renovada y sorprendente de Linnanmäki. Estuve allí el día de su cierre, o sea, era el último día que abría sus puertas para el público. Ya sabéis, aquí hace ya un frío que pela y el parque de atracciones deja de ser una opción válida de ocio. Eso sí, Linnanmäki pegó el cerrojazo por todo lo alto.
La primera impresión que se lleva un español de este parque es que es demasiado pequeño porque estamos acostumbrados, por ejemplo los madrileños, a los parques temáticos y de ocio que tenemos en nuestra ciudad. Es verdad que es pequeño, pero tiene de todo, atracciones para grandes y pequeños y rincones que no descubrí la primera vez y que esta vez no me dejaron indiferente. Y menos mal, porque son cuanto menos curiosos. Ya hace un tiempo escribí un post sobre los parques de atracciones en Finlandia, pero no había hecho un post centrándome en ninguno porque, sinceramente, no es que me llamen mucho la atención. Esta vez la experiencia fue distinta y ahora os contaré por qué.
Aunque repetí la experiencia de subirme, una vez más, a Panoraama, la torre de observación del parque y desde la cuál tienes la oportunidad de contemplar unas vistas impresionantes de Helsinki, esta vez fue diferente porque lo hice por la noche. Las luces del parque, la oscuridad, el frío y las vistas de todos los iconos de la ciudad y su iluminación te dejan boquiabierto.
Después de bajar de la torre, di un paseo por el parque y ahí es dónde descubrí todo aquello de lo que no fui consciente la última vez que estuve allí. Y son esos curiosos rincones de los que os hablé antes. El primero de ellos es "Linnanmäken Nostalgiset Tähdet". Iba andando tranquilamente cuando vi una especie de molino en el que se escuchaba música en su interior. Me acerqué y contemplé un espacio en el que puedes sentarte a escuchar música de todos los tiempos y de todo tipo. Dentro de este "molino" se puede disfrutar de una selección musical de distintas épocas y de los más grandes grupos y artistas musicales. Esto me llevó a confirmar, una vez más, la pasión que todo finlandés siente por la música. Algo que yo comparto con ellos pese a ser española. Aquí os dejo una imagen para que os hagáis una idea de cómo es el interior del "rincón de la nostalgia musical" de Linnanmäki.
Dos pasos más adelante, vi otro curioso espacio del que tampoco me di cuenta la última vez que estuve en el parque de atracciones. Es el "Pusukoppi", en castellano es algo así como el "stand de los besos". Es una cabina telefónica en la que se oye a varias chicas hablando y cuando abres la puerta sólo suenan besos. Aquí os dejo un vídeo que grabé con el móvil, espero que podáis verlo.
Para terminar la visita y cerrar las puertas de Linnanmäki, estaban previstos unos fuegos artificiales. Ese era mi objetivo ese día. Así que esperé hasta que los fuegos empezaron. Se apagaron las luces. Todo se quedó en silencio y los fuegos empezaron. ¿Qué decir de los fuegos? Para un español fueron escasos. Acostumbrados a que hasta en las fiestas de barrio se hagan fuegos artificiales y sean casi, casi, como las fallas de Valencia, estos me parecieron algo modestos. Los finlandeses que estaban a mi alrededor parecían contentos y los niños sorprendidos, así que supongo que sería lo normal. Eso sí, el poco tiempo que duraron fueron bonitos. Aquí os dejo también unas imágenes de los mismos.
De esta forma, Linnanmäki cerró sus puertas hasta el año que viene. Para la gente que estuvo allí, quizá no fue más que eso. Para mi tenía otro significado. Ahora viene el momento más duro del tiempo en Finlandia. Oscuridad y frío. Se acabó lo bueno. Llegó la ruska en su mayor apogeo.
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