Diario de Viaje: Finlandia, tercer día

Hyvää päivää! Hoy voy a continuar contándoos mi primer viaje por Finlandia. Siguiendo por orden, toca el tercer día por el país nórdico. En mi tercera jornada visité Turku, una ciudad situada en el lado costero del suroeste de Finlandia. Un lugar digno de ver porque no sólo os permite conocer la ciudad más antigua del país sino que, si contáis con tiempo suficiente, os da la oportunidad de visitar uno de los archipiélagos más bonitos del mundo, del que ya os contaré en otro post.


Lo primero que haré es, como siempre, daros los datos más importantes sobre la ciudad de manera rápida y sencilla. Turku o Abo, nombre en sueco por el que también se la conoce, es, como os dije anteriormente, la ciudad más antigua de Finlandia. Históricamente existen documentos que hablan de ella ya en el siglo XIII, pero, según los expertos, parece que el nacimiento de Turku habría que situarlo años antes, concretamente en 1150. Esta localidad tuvo, y aún tiene, una gran importancia comercial y fue, desde siempre, un punto importante en el intercambio de mercancías no sólo para los finlandeses sino también para los ciudadanos de los países de alrededor de Finlandia. Prueba de ello es el significado de su nombre ya que "Turku" significa "mercado" en finés. Fue capital del país hasta el siglo XIX en que el Zar, Alejandro I, decidió trasladarla a Helsinki. Fue la primera ciudad finlandesa en tener una universidad propia y, a día de hoy, sigue contando con una de las universidades más importantes del país. En Turku, asentada en las orillas del río Aura, viven hoy más de 179.000 habitantes y es una de las ciudades más visitadas por los turistas que deciden conocer Finlandia. 

Diario de Viaje

Museo de Arte de Turku

Después de esta breve introducción, comienzo ya a contaros cómo fue mi día en Turku. Tuve que levantarme muy temprano ya que, como os dije en posts anteriores, compré mi billete a primera hora de la mañana para ahorrarme algo de dinero. Mi tren salió de la estación central de Helsinki a las 8.00 de la mañana y llegué a Turku un poco más tarde de las 10.30. Después de tomar un mini-desayuno en la cafetería de la estación de tren, empecé mi jornada turística. Cogí un mapa de la ciudad en la estación y empecé a situarme. Yo os aconsejo que busquéis en el mapa la Plaza Yliopistonkatu o el Museo de Arte de Turku, y, sobre todo, que os centréis en ir hacia el Río Aura porque a partir de él encontraréis todos los puntos de interés turístico. Yo lo hice así y me recorrí, sin darme cuenta, toda la ciudad tranquilamente.

Mercado de la Plaza Yliopistonkatu

Mi primera parada fue el Museo de Arte de Turku, un edificio majestuoso y sencillo en el que tiene cabida, como no, el arte cien por cien finlandés, lo que significa que se pueden observar obras de Gallen-Kallela, Schjerfbeck y Rober Wilhelm Ekman, los más importantes pintores de Finlandia. Es allí donde, por fin, conseguí comprar mi lámina de "La Defensa del Sampo" de Gallen-Kallela y a buen precio. Después del museo, me dirigí hacia la Plaza Yliopistonkatu donde encontré el mercado al aire libre de Turku. En muchas ocasiones os he dicho que los mercados callejeros son algo típico de Finlandia. Esta ciudad no podía ser menos y, por supuesto, tiene su propio mercadillo. 

Biblioteca Municipal de Turku

Atravesando el mercado, llegué a la Biblioteca de Turku, aparentemente no demasiado grande, pero perfecta y preciosa. Entré en ella y aluciné con lo cuidada que está, el gran número de personas que había en ella y cómo estaba equipada. Sé que a muchos de vosotros no os interesará mucho este aspecto, pero ya sabéis, lo mío es "deformación" profesional. No dudéis en entrar porque es, estéticamente hablando, un ejemplo más de arquitectura del país. 

Mercado callejero

Según salí por la puerta de la biblioteca, justo en frente, vi un gran número de puestos callejeros que conforman uno de los mercados más tradicionales de Turku. En estos puestos pude degustar y adquirir productos gastronómicos de todo tipo y de una gran calidad... tipical, tipical finnish. Para que no os perdáis, os aconsejo salir de la biblioteca de frente hacia los puestos y llegar hasta el final, donde os encontraréis, majestuosa, la Catedral de Turku y la Gran Plaza Vieja. Allí tienen lugar, por ejemplo, los acontecimientos más importantes durante la Navidad. Es en ese sitio desde donde podéis tomar el punto de partida, que es lo que yo hice, para recorrer todo el centro de la ciudad caminando a orillas del Río Aura. 

La Catedral fue fundada en 1276, y es, según Wikipedia, "la Madre de la Iglesia Evangélica Luterana de Finlandia", es decir, es la sede oficial del arzobispo de Finlandia, Kari Mäkinen. De esta forma, la Catedral se convierte en el edificio religioso más importante del país e icono de la ciudad. Si la vistiáis, no os olvidéis de fijaros en los órganos, sé que soy pesada con esto, pero es que de verdad que son espectaculares. 

Cuando salgáis podéis decidir si caminar a la orilla del río por el lado en que llegasteis a la Catedral o por el lado contrario. Yo lo hice por el lado contrario porque me permitía ver los puntos de interés turístico de esa zona. Por orden me fui encontrando, Brinkkala Mansion, importante porque desde el balcón de la casa se lee "la paz tradicional de la Navidad" desde 1886, hasta hoy, todos los 24 de diciembre a las 12.00 de la mañana. Un poco más alejados de esta mansión, aunque no demasiado, me encontré el Observatorio de Vartiovuori, antiguo observatorio astronómico de la Real Academia de Turku y un ejemplo más de la arquitectura del país, y el Teatro al Aire Libre. Siguiendo el camino que deja la Brinkkala Mansion, me topé con el Aboa Vetus & Ars Nova, o lo que es lo mismo, el Museo de Historia y Arte Contemporáneo cuya fachada es preciosa, os dejo una foto. 

Después de todo esto, llegué al Puente Aura. Pasando este puente, seguí viendo el paísaje, barcos por doquier, la mayoría de ellos convertidos en pubs o restaurantes, hasta que llegué al Puente del Teatro, junto al Teatro de la ciudad de Turku. Un poco más adelante, de todo esto, está el Museo de Wäino Aaltonen, dedicado al arte moderno y construido en honor del escultor finlandés que lleva el mismo nombre. Después de éste, apareció ante mi el Puente Myllysilta. En este puente yo cambié de dirección porque mi objetivo era llegar al Castillo de Turku, que está en la otra orilla. Así que seguí mi camino por el lado contrario. Aproveché este momento para hacer un alto en el camino, comer y tomarme unas cervezas en uno de los "barcos-restaurante-bar" que hay a las orillas del río. No son excesivamente caros y la cerveza me costó unos 4 euros. Me hizo un día soleado y de buena temperatura, así que disfruté de las vistas, el río, el sol y la cerveza como cualquier finlandés de a pie en uno de los barcos típicos de Turku. Esta es una de las imágenes que se me quedaron en la retina antes de hacer la parada. 

Después del descanso, reinicié mi camino. Lo lugares más destacados en "este lado del río" son Föri, un ferry que conecta las dos orillas del río, el Puerto de Turku, la estatua "Harmony" elaborada por Achim Kühn, la Plaza Varvintori y, frente a ésta, el "Sigyn", el único barco de madera con tres mástiles que queda en el mundo y el antiguo velero "Suomen Joutsen". 

"Harmony" de Achim Kühn y el barco "Sigyn"

Tras disfrutar de todos estos lugares, llegué al Castillo de Turku. Respecto a él sólo os diré que es, junto con la Catedral, uno de los edificios más antiguos de Finlandia y es la construcción más grande de estilo medieval de todo el país. Data de 1280 y sirvió de fortaleza militar, prisión y almacén, hasta que, a finales del S. XIX se convirtió en lo que es hoy, un museo. Cuando terminé mi visita, paré de nuevo para respirar tranquilidad y paz en el parque que rodea el Castillo. No os digo más: árboles verdes, grandes y fuertes, césped limpio y fresco, silencio y paz. 

Había terminado mi visita a la ciudad de manera oficial. Todavía me quedaba mucho tiempo hasta coger el tren de vuelta a Helsinki, así que decidí volver al mercado situado junto a la Catedral para comprar algunos dulces tradicionales. Esta vez hice el recorrido por la orilla del Castillo para observar todo lo visto ya desde el lado contrario. Llegué al mercado, compré unos dulces, visité algunas tiendas no tan típicas por allí e hice tiempo hasta que el tren hacia Helsinki me estuvo esperando en la estación para regresar. Cogí el tren de nuevo, me eché un sueñecito y llegué a Helsinki justo a la hora de cenar. Después de la cena, volví, una vez más al Bar Bäkkäri, me tome unas cervezas y me fui al hotel para descansar después de un día muy productivo.

Consejos

.- Visitad la página oficial de VR en la que podéis adquirir todos los billetes de tren a través de Internet. Un consejo que os doy es que estéis al tanto de las ofertas que ponen a vuestra disposición. Mi viaje de ida hacia Turku me costó sólo 9 euros, gracias a una de estas ofertas y la vuelta al precio habitual, pero ya me ahorré un dinero. 

.- Conjugad varios horarios de salida y llegada  porque, en función de cada uno, unos son más caros que otros. Yo compré el billete en el horario más temprano para ir y uno de los últimos para volver. 

.- No sé si os lo he contado alguna vez, pero la puntualidad en los transportes de Finlandia es excepcional, así que no lleguéis nunca tarde porque tenéis todas las papeletas de perder trenes, autobuses o tranvías. Siempre se habla de la puntualidad inglesa, pero Finlandia no tiene nada que enviar a los ingleses con respecto a este punto. 

.- Si necesitáis más información, la Oficina de Turismo de Turku está en Aurakatu, 4, también podéis visitar Turku Touring. 

Para terminar el post de hoy de Finland Live! os dejo un vídeo de Youtube elaborado por el sitio web oficial de Turismo de Finlandia. Yo ya sólo puedo deciros ¡visitad Turku!